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La experiencia como eje del marketing turístico

Si hay algo en lo que la mayoría de nosotros podemos coincidir es que hay pocas cosas tan enriquecedoras y gratificantes como viajar por placer. Independientemente de la frecuencia con la que lo hagamos, o del tiempo transcurrido desde el último, es innegable que siempre guardamos un recuerdo del mismo.

Y es que puede que no recordemos con exactitud datos como el dinero gastado, por ejemplo. Sin embargo, al pensar en ese destino, lo primero que se nos viene a la cabeza es la vivencia de la comida específica que ingerimos, ese rincón escondido y lleno de encanto que descubrimos o la playa de ensueño en la que nos tumbamos.

En esencia, lo que siempre rememoraremos será esa experiencia, ese conjunto de sensaciones y percepciones que sentimos durante nuestra estancia.

Por ende, la gran meta del sector turístico consiste en saber crear esas experiencias correctamente a través de la innovación y la imaginación para conseguir enamorar a los usuarios.

 

Descarga la guía para saber cómo enamorar creado experiencias

 

La importancia de crear una experiencia en el sector turístico

 

¿Cómo podemos crear esa experiencia? A la hora de plantear cualquier tipo de estrategia empresarial, el primer paso que debemos dar es centrarnos en nuestros buyer persona o clientes potenciales. ¿A quién queremos dirigir esa experiencia?

Es evidente que no es lo mismo dirigirse a una familia que a un grupo de amigos o a una pareja de recién casados, por ello la identificación, la segmentación y la personalización son imprescindibles de cara a crear, y sobre todo vender la experiencia apropiada.

El objetivo es, sin duda alguna, dejar huella, al mismo tiempo que transmitimos experiencias únicas y auténticas, que apelen a los cinco sentidos y que les hagan tanto sentir como reflexionar.

Cuando hablamos de la experiencia apropiada, es importante acotarla en el plano temporal, ya que ésta no empieza en el momento de iniciar el viaje, sino mucho antes. Podríamos establecer que la experiencia consta de seis fases:

1) Idea del viaje, surgida a raíz del deseo o anhelo.
2) Planificación. El usuario ya tiene claras ciertas nociones, como pueden ser destino, número de viajeros o preferencias de alojamiento.
3) Desplazamiento hacia el destino
4) Conducta o comportamiento durante el viaje
5) Regreso a casa
6) Recuerdo y reflexión del viaje.

Asumir la existencia de estas seis fases y dirigir contenido específico a nuestro público en cada una de ellas es una parte fundamental de nuestra estrategia para conseguir crear un vínculo emocional que perdure incluso después de haber regresado del viaje, de manera que, cuando decidan emprender el siguiente, piensen en nosotros antes que en cualquier competidor gracias al impacto que les hemos causado.

Comencemos por la primera fase, en la que el usuario se encuentre buscando alternativas por Internet. Podemos apelar a la construcción del efecto “quiero estar ahí”. Tenemos que conseguir que su imaginación vuele y pueda imaginarse en esa playa paradisiaca sólo con tocar la pantalla de su dispositivo.

Para ello, podemos recurrir a una línea de comunicación con alta carga de material audiovisual que busque conectar con el futuro huésped y conseguir transmitirle que esa persona que está viendo tan relajada a través de la pantalla podría ser él o ella.

Además de ser un material atractivo visual y sensorialmente, recurrir a la técnica del storytelling es algo recomendable de cara a crear historias que impliquen al lector emocionalmente, apelando a emociones y sentimientos antes, durante y tras el proceso de reserva.

 

Ideas para fomentar la creación de experiencias

 

  • Blogs personalizados. El marketing de contenidos es pieza fundamental a la hora de atraer a tu audiencia. Hablar de tú a tú, relatar testimonios reales y hacerles sentir partícipes de la empresa son tres pilares a tener en cuenta.

Por ejemplo, puedes crear una sección de blog bajo un hashtag en la que cada día propongas diferentes tips de ocio y planes en la ciudad en la que operes.

 

  •  Redes sociales para fomentar la participación. El marketing de recomendación es una herramienta muy poderosa. Si consigues que tu audiencia participe, opine y recomiende, elevarás las posibilidades de fidelizarles.

 

  •  Creación de apps. Estas pueden variar desde una sencilla que informe al cliente que su habitación ya está lista hasta otra desde la que se pueda regular la temperatura, la música o el olor de la habitación, si es que esta opción es posible.

El olfato es el sentido más primitivo que poseemos y el que mayores recuerdos evoca, por lo que una asociación de tu marca a través del mismo puede generar una experiencia muy positiva.

Si nos centramos en un público que suela viajar solo o un grupo que busque conocer gente, podemos buscar la creación de una app en torno a una comunidad, o bien que se alojen en el mismo hotel, que viajen en el mismo avión o que asistan al mismo evento.

 

  •  Programas de fidelización. Mantener a tus clientes informados de nuevas ofertas y descuentos te otorgará una gran ventaja competitiva, pues, al fin y al cabo, un cliente contento es un cliente que vuelve.

 

Como hemos visto a lo largo del post, crear experiencias no es algo sencillo pero sí muy efectivo. Destinar nuestros esfuerzos a la creación de una estrategia en la que el usuario, sus necesidades y deseos sean lo primero y, naturalmente, saber cómo satisfacerlos nos acercará un poco más al éxito. ¿Estás preparado/a?

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